La inflación en Argentina bajaría al 28,6% para fin de año, según analistas
Analistas del mercado en Argentina redujeron su proyección de inflación para fines de 2025 al 28,6%, según reveló este jueves la encuesta mensual de expectativas que elabora el Banco Central. Esta nueva estimación representa una baja de 3,2 puntos porcentuales respecto al pronóstico del mes anterior.
Además, los analistas ajustaron ligeramente al alza sus expectativas de crecimiento económico para el próximo año, elevando la proyección en 0,1 punto porcentual hasta un 5,2%. Esta mejora en el panorama económico llega tras una semana marcada por una operación financiera considerada histórica.
La semana pasada, el gobierno logró concretar una colocación de deuda por 1.000 millones de dólares en bonos atados al peso argentino. Esta fue la primera emisión significativa en siete años y tuvo una demanda 1,7 veces mayor al monto ofrecido, lo que se interpretó como una señal de confianza por parte del mercado.
El contexto inflacionario también muestra señales de alivio. La inflación anual, que hace apenas un año superaba el 270%, ha descendido hasta ubicarse actualmente en torno al 50%. Esta tendencia descendente está contribuyendo a una paulatina recuperación de la confianza, tanto entre los inversores como en organismos internacionales.
Uno de los actores clave en esta mejora es el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recientemente aprobó un nuevo paquete de financiamiento para el país. Se trata de una línea de crédito por 20.000 millones de dólares, que tiene como objetivo respaldar la estabilización macroeconómica y fortalecer las reservas internacionales.
La reducción de las expectativas inflacionarias, junto con señales de reactivación en los mercados financieros y el respaldo del FMI, alimentan un clima de moderado optimismo en los sectores económicos. Sin embargo, los analistas también advierten que aún persisten desafíos importantes, como la necesidad de consolidar el equilibrio fiscal y continuar con reformas estructurales para sostener la recuperación a largo plazo.
Con estas proyecciones más alentadoras, el gobierno argentino busca avanzar en su estrategia de normalización económica y mejorar el acceso al financiamiento externo, un aspecto crucial para sostener el crecimiento y contener la presión sobre el tipo de cambio y los precios internos.
