Ensalada de pasta y tarta de gelatina: dos clásicos frescos para el verano
Una ensalada de pasta fácil, colorida y versátil
La ensalada de pasta es uno de esos platos que nunca fallan cuando llega el calor. Práctica, rendidora y rápida de preparar, es ideal para reuniones al aire libre como asados, picnics, encuentros deportivos o comidas compartidas. Su combinación de colores vivos y sabores variados la convierte en un acompañamiento que gusta a grandes y chicos.
En esta receta, los tomates frescos y los corazones de alcaucil aportan frescura y textura, mientras que las aceitunas y los peperoncini le suman un toque ácido que contrasta perfectamente con el aderezo. Las perlas de mozzarella, suaves y cremosas, completan la mezcla con un sabor delicado.
Puede servirse junto a hamburguesas, salchichas, sándwiches de pollo a la parrilla o cualquier comida típica de picnic. Lo mejor: es tan fácil de preparar como deliciosa.
Ingredientes principales de la ensalada de pasta
Esta receta es muy flexible, ya que podés adaptarla según tus gustos o lo que tengas en la heladera. Para una versión básica, necesitás:
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Fideos fusilli: su forma en espiral ayuda a que el aderezo se adhiera mejor, pero cualquier pasta corta sirve.
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Tomates cherry de varios colores: además de color, suman dulzura y frescura. También podés usar tomates comunes cortados en cubos.
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Perlas de mozzarella fresca: estas pequeñas bolitas cremosas están disponibles en la sección de quesos artesanales. Si no conseguís, podés cortar una bola grande de mozzarella.
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Corazones de alcaucil marinados, cortados en cuartos: aportan un toque ácido y buena textura.
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Salame seco curado: opcional, pero aporta un sabor umami interesante.
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Hojas frescas de albahaca: también opcional, aunque combinan perfecto con los ingredientes y evocan al verano.
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Aderezo italiano embotellado: usá el que más te guste y reservá un poco extra para añadir si sobra ensalada.
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Morrón naranja: su sabor es dulce y el color, llamativo. Podés reemplazarlo por morrón de otro color si preferís.
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Aceitunas Castelvetrano: suaves y menos intensas que otras variedades, agradan incluso a quienes no son fanáticos de las aceitunas.
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Peperoncini en conserva: aportan acidez y un leve picor muy sabroso.
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Sal kosher y pimienta negra: para equilibrar todos los sabores.
Tarta de gelatina: un postre sin horno que encanta a todos
La tarta de gelatina (Jell-O pie) es un postre alegre y nostálgico, ideal para el verano. Su textura aireada y su sabor frutal la convierten en una opción refrescante y fácil, especialmente en días en los que no queremos prender el horno. Lo único que requiere cocción son las migas crujientes del topping, pero incluso eso se puede omitir.
El relleno, tipo mousse, es suave y esponjoso, con el punto justo de dulzor. La base de galletitas con un toque de gelatina de limón suma una sorpresa inesperada y eleva la experiencia, ofreciendo una textura contrastante y un sabor más complejo.
Ingredientes para la tarta de gelatina
Para preparar esta versión sin horno, necesitás:
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Un sobre de gelatina sabor frutilla: empezá con esta, pero podés probar otros sabores en futuras ocasiones.
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Crema batida congelada (tipo topping): le da cuerpo y cremosidad al relleno.
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Gelatina sabor limón: se usa para preparar las migas del topping. También podés experimentar con otros sabores.
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Harina común: para formar la base de las migas crujientes.
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Manteca sin sal: suma riqueza y sabor a las migas.
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Masa de tarta de galletitas tipo Graham, lista para usar: si preferís hacerla casera, asegurate de dejarla enfriar completamente antes de usarla.
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Frutillas frescas: para decorar al final.
Todos los ingredientes se consiguen fácilmente en cualquier supermercado y pueden adaptarse según el gusto personal. Lo importante es mantener el equilibrio entre frescura, textura y ese toque divertido que hace de esta tarta una estrella en cualquier celebración.