Una curiosa “carita feliz” celeste se alineará en el cielo con Venus y Saturno

Durante las madrugadas del jueves 24 y viernes 25 de abril, el cielo nos regalará un espectáculo astronómico peculiar que, dependiendo de dónde te encuentres, podría parecer una carita feliz en el firmamento. Aunque no se trata de una sonrisa convencional, sino más bien de una expresión alargada y ladeada, el evento promete ser un atractivo para quienes disfrutan observar el cielo nocturno.

En esta ocasión, la Luna en su fase menguante se unirá visualmente a los planetas Venus y Saturno en una conjunción: un fenómeno astronómico en el que dos o más cuerpos celestes parecen muy próximos entre sí desde nuestra perspectiva en la Tierra. Si bien la semejanza con una carita feliz es más simbólica que literal, la alineación será lo suficientemente cercana como para llamar la atención.

La Luna, en vísperas de convertirse en nueva el 27 de abril, se verá apenas como un delgado arco iluminado. A pesar de su tenue presencia, quienes estén en zonas con cielos despejados y poca contaminación lumínica podrán apreciar un fenómeno adicional: el resplandor ceniciento, una suave luz que permite distinguir el contorno del disco lunar gracias al reflejo de la luz solar en la Tierra.

Para mejorar la experiencia visual, se recomienda el uso de binoculares o un telescopio doméstico. Observar los anillos de Saturno en tiempo real a través de un telescopio es una vivencia que vale la pena.

Además, cerca del horizonte también será posible divisar a Mercurio. Aunque es visible a simple vista, su cercanía al Sol puede dificultar un poco su localización. Por otro lado, quienes estén dispuestos a mirar el cielo un poco más temprano también podrán disfrutar de la presencia de Marte y Júpiter, que cruzarán el cielo siguiendo el recorrido solar.

Un dato para marcar en el calendario: Venus alcanzará su máximo brillo en la noche del 27 de abril. Después de esa fecha, no volverá a brillar con tanta intensidad hasta noviembre de 2026, por lo que es una excelente oportunidad para observarlo.

Este tipo de fenómenos, aunque efímeros, son recordatorios de lo dinámico y sorprendente que puede ser el universo. Si tenés la posibilidad, salí a mirar el cielo: nunca sabés con qué maravilla te podés encontrar.

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